La amistad es algo que atraviesa el alma, es un sentimiento que no se te va, no te digo como pero ocurre justo cuando dos personas van volando juntos, suben a lo largo sobre la otra gente como dando un salto en la inmensidad y no habrá distancia no la habrá ni desconfianza, si te quedas en mi corazón ya siempre...
Recuerdas los tiempos en que, viejo amigo, ardía en tu boca la azul madrugada. Borracha, Afrodita reía y brindaba contigo dejando el olor de otro cuerpo en tu cama. ¿Dónde encallaron esos días? ¿En qué luminosas playas?
Esta vez, te lo dedico a vos hermano amigo que desde ayer andas conmigo este camino. Es mía la suerte de poder cantar esto que mando; agradecido, a vos arquetipo del nunca aflojar. Leal y gamba. Amigo fundido estoy con vos...
Y me alegro de tener la oportunidad de decirte que te quiero. Y si alguna vez tengo que marcharme cierra los ojos e intenta sentir lo que hemos sentido hoy y entonces si puedes recordarlo... manten tu sonrisa que siga brillando, sabiendo que siempre podrás contar conmigo sin dudar, para eso están los amigos. Para lo bueno, y para lo malo, siempre estaré a tu lado. Para eso están los amigos.
Y por miles de razones hoy dedico mis canciones para ustedes mis amigos de verdad, aqui y en cualquier parte del mundo. Una canción ideal para regalar en el día de la amistad.
No es la manera en que dices lo siento, yo estaba esperando una historia diferente esta vez me has malentendido cargándote con un corazón que ni vale la pena. Yo me he equivocado, yo he estado deprimido en el fondo de cada botella...
Yo te esperaré, nos sentaremos juntos frente al mar y de tu mano podré caminar y, aunque se pase toda mi vida, yo te esperaré. Sé que en tus ojos todavía hay amor y tu mirada dice "Volveré" y, aunque se pase toda mi vida, yo te esperaré.
Pido que las noches no se quiebren en tu luz Y que las ventanas sean grandes para el sol Cuando los almendros no se pasen de estación Buscaré más flores para darte mi canción de amor.
La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas. Esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza, y en tu voz, sólo un pálido adios y el reloj en tu puño marcó las tres. El sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas te hace bien, tanto como hace mal te hace odiar, tanto como querer y más.