Entre tu boca y la mía, Hay un millón de silencios Hay un instante de duda, Cuando decimos te quiero Será que sin darnos cuenta Dejamos ir nuestros sueños Rompiendo aquella promesa Que un día creímos hacernos Siento que no es tarde aún Pero ahora dímelo tú Que necesito saberlo Quiero salvar este amor Quiero pedirte perdón Quiero intentarlo de nuevo
Parece que estas bien Perfecta pa la foto Mas talla en el sostén Chofer y copiloto Mas nanas que herederos Mas millas que asafata Combinas tus sombreros Con todas sus corbatas Mascotas con casita Y status VIP Y el da y te da cita Cuando anda por aquí
Fingimos aunque sea en vano porque nadie a si mismo se puede engañar, dejamos algo de nuestro espacio para nuestra fragilidad, volamos entre tantos sueños, creamos nuestro pequeño universo con la esperanza de que algo pueda cambiar... Y de tanto en tanto piensas: A mí por qué me tiene que pasar, estar solo sin nadie a lado
Esta noche no me dejes solo, quédate a mi lado con mentiras. Miénteme acerca del amor que por mí siente tu corazón. Miente, dime que tu vida sin mí no existe, que jamás me dejarás solo y triste, porque el destino lo quiso así. Miente, dime que tu amor sólo es para mí, que jamás pensaste en dejarme ir, porque tú sabes que vivo en ti, sólo en ti.
Sí, sí, están en todos lados, van recorriendo el mundo haciendo que te sientas raro, los sueños no descansan, siempre quieren más, siempre quieren más y más, verás...
Tener tus ojos debe ser ilegal y mas si cuando miras solo inspiras a pecar. Esa sonrisa peculiar de jugar a tentar letal es un dote que si sabes como usar para matar. Te has armado de forma perfecta para hacerme agonizar tan muerte lenta...
Yo no sé si fue el orgullo o a qué cosa lo atribuyo, te dejé partir sintiendo tanto amor. Tal vez hacía falta sólo un "Por favor, detente amor". No sé vivir si no es contigo, no sé, no tengo valor.
Si tú te vas... ¿A quién le cuento sin contar? ¿A quién me abrazo ahora al tropezar? No, no tienes que disimular... Pero me acordé de las flores del sillón, de tu voz en el salón, de tu risa de laurel... Me acordé y ahora ríndete.
¿Cuántas veces te he llorado? Y yo sigo alucinando que tú y yo volveremos a encontrar lo que tú y yo algún día olvidamos. He perdido toda fuerza y sentido en mi corazón, esperando tu regreso sueño y rezo encontrar ese silencio, sofocar tu voz y olvidarme de tus besos.