Pasan las horas

Pasan las horas se pasan los días, las noches, excesos que corren de más. De amores ajenos que no ponen freno, historias pasadas que no hay que olvidar. Fui tu sereno, tú vago nocturno, tus ojos en fuego se quieren vengar.
Pasan las horas se pasan los días, las noches, excesos que corren de más. De amores ajenos que no ponen freno, historias pasadas que no hay que olvidar. Fui tu sereno, tú vago nocturno, tus ojos en fuego se quieren vengar.
Mis noches no tienen luna, son oscuras y amargas. En esta historia que narro, la princesa se marcha, por creerla mía, hoy no es mía y quizás por tan creído y sentirme superman, indestrutible, inmune a llorar. Mi abuelo vio el Titanic que se hundió en el mar y su nieto no es de hierro ni un inmortal.
Hoy no tengo ganas de cambiar el rumbo, hoy no tengo fuerzas pa' subirme al mundo, hoy me quedo entre tu piel. Hoy no tengo ganas de cambiar el rumbo, no tengo fuerzas pa' subirme al mundo, hoy me quedo donde estés, tejiéndonos la piel con cosas del querer.
Cómo me duele este frío, aquí en mi cama, cómo yo extraño tus besos en madrugada. Quisiera dormir, amor, sobre tus pechos, quisiera vivir, amor, atado a tus huesos. Estas sábanas, mi amor, están muy frías, ven a darme tu calor y arráncame el dolor.
De pronto quien iba a pensar enamorarse, pero así es el amor, se atraviesa en cualquier parte después de una mirada, un corazón flechado siempre llega lo mejor que es estar a tu lado.
Me hice cargo de tu luz que desde afuera es tan hermosa. Me vi hundido en lo azul de todo el cielo de Mendoza. Seguí la ruta y caminé cantando apunto de caer. Me hice imagen de tu cruz portando todo el viento zonda. Tu noche pareció preciosa y el día se mostró sin fin, sin fin…
No puedo mentir que antes de ti al dolor jamás reconocí. Lejos de ti yo era feliz ¿Por qué llegaste a mí? Entre recuerdos yo sigo aquí, buscando lo que fui, viendo hacia el cielo yo decidí: No volveré a creer, no volveré a perder.
Fue... casi un sueño, fue algo que pedí cuando desperté, un mundo tan feliz que yo imaginé flores de papel que se deshacen y desaparecen, casi casi te alcancé, casi te abracé, casi pude amarte pero te solté.
Voy descubriendo la verdad en tu mirada, con tu sonrisa hasta las piedras se hacen agua. Hay un tesoro que me espera en tus manos, tantos veranos para reír bajo el sol. Brillará una luz en las sombras cambiaremos el ayer, curaremos con abrazos cada pena.