Yo frente al amor, sin controlar mis sentimientos. No supe qué hablar y el corazón dio contra el suelo, quedándome preso de ti, de la cabeza a los pies. Un huracán en la piel me sacudió cuando miré tu sonrisa. Tanta belleza ante mí, como si Dios se me cruzara en la vida.
Un poco de tu amor para poder vivir, un poco de tu amor me puede hacer feliz. Sólo un poco de tu amor es lo que pido. Dame una señal, un minuto más para conversar. Dame tan sólo una oportunidad para poderte enamorar cada día más.
Y estoy aquí, tan enamorado de ti que la noche dura un poco más. El grito de una ciudad que ve en nuestras caras la humedad. Y te haré compañía más allá de la vida. Yo te juro que arriba te amaré más. Tan enamorados que así la noche dura un poco más.
Si eres tú mi princesa, yo soy tu esclavo. Pídeme todo lo que tú quieras, yo te lo daré contento y ay, mira, niña tú me envenenas. Y aunque no lo parezca, desde la última vez que te vi sigo volviéndome loco, loco por ti.
Cómo imaginar que la vida sigue igual, cómo, si tus pasos ya no cruzan el portal. Cómo pretender esta realidad, cómo, si hasta ayer brillaba el cielo en tu mirar.
Y aunque mañana te siga pensando, sé que tú y yo no podemos hablarnos. Tal vez será mejor y aunque la duda me robe un suspiro, será difícil que seamos amigos. Tal vez será mejor.
Aunque me duela el alma y se me quiebre el pecho, déjame que me vaya a olvidarme tus besos. No creo en tus promesas, no me hagas juramentos. Ni bien tu voz lo suelta, ya se lo lleva el viento.
Entre tú y yo hay algo más que la ilusión de un paraíso azul. Beso con beso, fuego con fuego, a mis deseos los enciendes tú. Niña y mujer, lluvia de sol, sólo por ti cambié mi soledad. Mis pensamientos vuelan contigo, te has convertido en mi necesidad.
Quisiera que ahora estés aquí conmigo, sé que es un deseo que no puede ser. Uno de estos días, no sé cómo ni cuándo, estoy seguro que te encontraré otra vez, porque ahí, en tu alma, yo dejé mi huellas y tu corazón te hará entender...